El Gobierno anunció un cambio significativo en el programa Jóvenes en Acción, que a partir del próximo año adoptará el nombre de Renta Joven. Esta modificación no solo implica un ajuste en la denominación, sino que también sugiere posibles transformaciones en los enfoques y objetivos del programa.
Este cambio de nombre podría reflejar una evolución estratégica para abordar de manera más integral las necesidades y aspiraciones de los jóvenes beneficiarios, alineándose con la visión gubernamental de fortalecer las iniciativas que fomentan la movilidad social y el desarrollo de capacidades en este grupo demográfico específico.
Para los actuales beneficiarios de estos programas el Gobierno no solo está garantizando el pago de los subsidios, sino que además estableció un periodo de transición, en el caso de quienes hagan parte de Jóvenes en Acción para que puedan hacer parte de Renta Joven, previo el cumplimiento de los requisitos y condiciones establecidas.
El decreto que será firmado por el presidente Petro representa una transformación significativa al convertir Jóvenes en Acción en Renta Joven, un programa vinculado al nuevo Sistema de Transferencias. Este cambio no solo afecta la denominación del programa, sino que también implica una reorientación de sus objetivos para contribuir de manera integral a la inclusión social, económica y política de la población joven en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Renta Joven no solo ofrecerá incentivos monetarios, sino que también implementará estrategias destinadas a facilitar el acceso y la permanencia de los jóvenes en la educación superior. Este enfoque se alinea con la política gubernamental de gratuidad en la educación superior, representando así otra de las grandes transformaciones impulsadas por el Gobierno del Cambio. Este programa busca no solo proporcionar apoyo financiero, sino también actuar como un catalizador para el avance social y económico de los jóvenes, generando oportunidades tangibles que fomenten su participación activa en la sociedad.
Renta Joven ampliará su alcance al incluir a estudiantes de escuelas normales superiores, con el objetivo de fortalecer la educación en áreas rurales. Esta expansión busca contribuir al desarrollo educativo en zonas geográficas específicas, destacando el compromiso del programa con la equidad en el acceso a oportunidades educativas.
Además de esta ampliación, Renta Joven también se dedicará a fortalecer las oportunidades para los jóvenes en la etapa final de su formación. Esto se llevará a cabo mediante la gestión laboral, el respaldo a emprendimientos y la promoción de la educación postgradual. Estas iniciativas están diseñadas para preparar a los jóvenes beneficiarios para una transición exitosa hacia la vida laboral y el emprendimiento, promoviendo así su participación activa en la economía y la sociedad.
En el proceso de implementación de estos cambios, Prosperidad Social ha desarrollado medidas de transición que facilitarán la vinculación de hogares y jóvenes que cumplan con los nuevos criterios de los programas. Además, se contempla la incorporación de estrategias de acompañamiento y gestión de oferta propuestas por el sistema, dirigidas a aquellos que no cumplan con los nuevos requisitos para recibir incentivos monetarios. Este enfoque integral refleja la preocupación por garantizar una transición suave y justa para todos los participantes, maximizando así el impacto positivo de Renta Joven en la sociedad.